Todos los hispano-franceses hemos sentido esa incertidumbre, ese miedo a lo desconocido, ese nerviosismo por no saber lo que nos espera, esas dudas al elegir la carrera. Por eso, este blog está dedicado a todos vosotros, a los que estáis animados y a los que dudáis, a los que tenéis todo listo y a los que estáis perdidos, a los que no sabéis cómo afrontar esta experiencia y a los que ni siquiera os lo preguntáis. Todos y cada uno de los hispano-franceses entendemos lo que sentís porque hemos pasado por lo mismo. Ahora, quiero ayudaros con mi experiencia para hacer un poco más fácil la vuestra. Con ello, solo quiero tranquilizaros y que viváis momentos iguales o mejores que los nuestros.




Château de Chantilly

La ciudad de Chantilly está a 50 kilómetros de París. Se puede ir en coche o bien en la línea D del RER, parada Chantilly-Govieux.
La parada obligada es el Palacio de Chantilly y sus enormes jardines.

Los precios son los siguientes:
Jardines: 7€ adultos; 3,50€ niños.
Palacio y Museo Condé + Jardines: 14€ adultos; 7€ niños.
Palacio + Jardines + Museo Condé + Grandes Caballerizas y Museo Vivo del Caballo: 20€ adultos; 10€ niños; 50€ familiar (2 adultos + 2 niños).

La crema Chantilly

El Palacio es muy bonito, los jardines son una pasada pero lo mejor del Château de Chantilly es que sirven la original crema Chantilly. En francés, chantilly es nata, pero la receta original es mucho más cremosa. Dentro de los jardines, hay un pequeño restaurante "Aux goûters champêtres" que sirve la crema chantilly sola, con helado, con fresas, frambuesas, tarta de manzana, tarta de fresas o bizcocho. Es caro, un plato de fresas con crema chantilly cuesta 10€. Pero de verdad, merece la pena probarlo porque ¡la crema es deliciosa!



Historia de la crema Chantilly:
Su autor, François Vatel, fue maestro de ceremonias de Luis XIV, el Rey Sol. Todo ocurrió en la fiesta de los "Tres Días", organizada en el palacio de Chantilly en 1671 en honor del Rey Sol y una selecta comitiva de dos mil invitados, es decir, toda la Corte de Versalles; con el único fin de deslumbrar a Luis XIV para conseguir que éste se reconciliara con el príncipe Condé y contratara a su ejército personal para la guerra contra Holanda.
Vatel tenía solo 15 días para preparar el menú y asombrar a toda la Corte de Versailles. Al parecer, hubo un problema en la cocina con la nata. Era demasiado escasa para servir a todos los comensales. Fue ahí cuando Vatel decidió batir toda la nata que tenía para conseguir más cantidad. Así, sin querer, inventó la famosa crema Chantilly.
Sin embargo, el final fue trágico. El ultimo día  de los festejos,  el menú iba a tener pescado como plato principal, pero resultaría que el proveedor de pescado no llego a tiempo para abastecer las cocinas, Vatel ante este percance y con los nervios a punto de estallar, no pudo con este contratiempo y decidió quitarse la vida con tres puñaladas en su pecho; minutos después de la tragedia fue anunciada la llegada del proveedor con el pescado para el banquete

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